A pocos días de la aparición en los kioscos del segundo número de Retrogames, Manjimaru planteó un careo con Skyblasc. Éste y S.T.A.R. eran destituidos de sus cargos y pasaban a ser simples y llanos redactores. A partir de ese momento Manjimaru se haría cargo como director, redactor jefe, redactor, maquetador y enlace con la editorial. Manjimaru temía por si alguno de los dos colaboradores pudiera sentirse ofendido, opinaba que primaba ante todo la sinceridad y la amistad, opinaba que Retrogames era un concepto de su propiedad y que los dos colaboradores estaban aportando una línea editorial que no se correspondía con la que pretendía desde un principio. Tanto Skyblasc como S.T.A.R. aceptaron amigablemente su decisión al considerar que el proyecto original y la potestad de decisión correspondían éticamente a Manjimaru, así que, tendiendo la mano y dando muestras de confianza en el proyecto, decidieron seguir con la colaboración en Retrogames aunque esta vez la participación fuera como simples y llanos redactores.
Mayúscula fue la sorpresa cuando Skyblasc compró en un kiosco el segundo número de Retrogames: aparecía publicado el texto de Konami escrito por Spidey, y no sólo eso, sino que también aparecía maquetado siguiendo las pautas de las maquetaciones de MSXKun, cosas que no hacían más que confirmar terribles sospechas:
Manjimaru mintió sobre que había escrito él el texto, y mintió aún más cuando ocultaba la realidad detrás de falsas palabras como 'sinceridad' y 'amistad'.
Manjimaru ocultó la verdad cuando se ofrecía como central creativa y desarrolladora, ya que pocas horas antes de llevarse a cabo el careo con Skyblasc había sido despedido de su puesto como dependiente en CEX, una sucursal de la cadena de establecimientos de venta de material tecnológico. Haciéndose cargo de Retrogames acumulaba los salarios que corresponderían a cada colaborador tal y como había sido su pretensión primigenia, poder vivir del dinero obtenido con la realización de Retrogames.
Manjimaru había maquetado él mismo el texto de Konami, mintió al decir que lo harían en la editorial.
Hizo evidente su carencia de escrúpulos, ética y palabra al aceptar el texto de Spidey, traicionando villanamente la confianza de Skyblasc. También demostró una ausencia total de carácter, liderazgo, autoestima y consecuencia al no realizar su parte de trabajo alegando que no disponía de conexión a internet desde su casa, al no luchar ni lo más mínimo por lo que se suponía era su ilusión y su sueño, al despreocuparse por la calidad que iba a ofrecer a la editorial con un producto sin control, al esperar que fueran los otros los que le proporcionasen una vía de ingresos económicos.
Una semana más tarde se llevó a cabo un encuentro entre Manjimaru y S.T.A.R. donde el primero le comunicaba al segundo que la editorial había decidido cancelar la publicación de la revista. En ese momento se propuso redactar un texto de denuncia para ser publicado en Matranet, un texto donde Manjimaru sacaría a relucir los trapos sucios de la editorial y todos los tejemanejes que distintos establecimientos de Barcelona dedicados a la venta de videojuegos ocultaban al público. Entre la lista de establecimientos con presuntos tintes oscuros se encontraban algunos con los que Manjimaru pretendía contratar publicidad para Retrogames o cualquier otro proyecto que este sujeto pretendía llevar a cabo. Como cabe esperar ninguno de estos textos pasaron de ser palabras que se lleva el viento.
Como apunte significativo, la noticia del cese de Retrogames era una situación que en ese momento solamente conocían Manjimaru y S.T.A.R. El director debería ponerse en contacto con el resto de colaboradores y redactar sendas notas de prensa para distintos foros anunciando la noticia. El apunte significativo, decíamos, es que Manjimaru no se puso en contacto con nadie más ni propios ni extraños, no notificó nada a nadie.
Para mayor inquietud, en el presente la editorial Megamultimedia ya ha tramitado a favor de Manjimaru el montante correspondiente al presupuesto monetario destinado para el segundo número de Retrogames, 1.062,50 euros, 177.000 ptas que Manjimaru debería distribuir entre el resto de colaboradores y recibir pertinentes albaranes de recibo para ser remitidos a la editorial. Mientras que con el primer número se remitieron facturas a la editorial de la que cada colaborador cobró directamente (restando el impuesto de retención de persona física), en este segundo pago la editorial ha remitido a Manjimaru el correspondiente pagaré. Debido a la abrupta desaparición del director durante todo este tiempo y por el comprensible desánimo al que pueden estar sometidos los colaboradores de Retrogames, desde aquí les invitamos a intentar ponerse de acuerdo con Manjimaru para que les haga efectivo el pago.
El susodicho pagaré fue emitido con fecha 7 de enero con vencimiento a 31 de mayo, y hasta mediados de abril, con ya publicadas en Matranet las dos primeras partes de esta rocambolesca historieta, por fin Manjimaru dió señales de vida poniéndose en contacto con Skyblasc.
Asumiendo la cantidad ofrecida por Megamultimedia, difícilmente se puede encontrar explicación alguna sobre el grado de confianza de la editorial con el proyecto. 1.062 euros es una cantidad irrisoria con la que cualquier profesional pueda participar para ofrecer sus servicios, una cifra claramente insuficiente para recompensar pecuniariamente y como es debido a los participantes. Temas como peridiocidad de la publicación, distribución o tiraje (7.000 ejemplares para todo el estado, incluyendo exportación de devoluciones a sudamérica) desvelan ya una muerte prematura del proyecto, y si añadimos la demostrada irresponsabilidad de Manjimaru se juntan el hambre con las ganas de comer.
Indagando sobre los antecedentes de Manjimaru nos encontramos con algunos hechos memorables que hablan por si solos:
Su trabajo en CEX era de vendedor, no de responsable de franquicia como gustaba de decir. La empresa decidió prescindir de sus servicios considerando que no había llegado a pasar el período de prueba laboral.
Manjimaru resulta ser un moroso, teniendo en su pasivo numerosas deudas a numerosos conocidos, y según comenta algún aludido, de cantidades nada perdonables.
En reiteradas ocasiones aprovechando su estancia temporal en Japón, había hecho pasar por suyas asistencias o participaciones en viajes y ferias tecnológicas, asistencias que en realidad correspondían a otras personas. Así lo corrobora Yakidaruma, amigo de Manjimaru desde hace bastantes años.
Con el planteamiento de destituir a Skyblasc de su puesto de Redactor Jefe y sabiendo que éste abandonaría el proyecto después de la publicación del texto de Spidey sobre Konami, Manjimaru propuso el puesto a Yakidaruma antes de despedir a Skyblasc, a lo que el primero no aceptó por pretensiones económicas que Manjimaru no estaba dispuesto a asumir.
Durante el careo con Skyblasc, encuentro posterior a su despido como Redactor Jefe, la única fuente de ingresos económicos de Manjimaru era Retrogames, por tanto, abarcando todos los puestos que pudiera podría hacerse con un mayor montante de dinero y su actitud como pluriempleado era la de no tener que dar explicaciones a nadie sobre sus irresponsabilidades y su falta de ética. Durante el careo con S.T.A.R., con el ya conocimiento de que Retrogames había sido cancelada, su actitud era radicalmente opuesta, abierto al diálogo y a todo tipo de sugerencias, proponiendo incluso el reiniciar otro proyecto similar a Retrogames basándose en el aval bancario de Skyblasc y de S.T.A.R., recurriendo a inversiones por publicidad de las mismas tiendas y empresas que pretendía denunciar vía Matranet e insinuando que si Skyblasc y S.T.A.R. dejaban sus respectivos trabajos podrían dedicarse ampliamente en el nuevo proyecto.
¿Egocentrismo humano o puro sentido de supervivencia animal? Cualquiera de estas dos definiciones podrían equivaler a una persona como Manjimaru. Y aunque esta colección de textos aparecidos en Matranet pueden interpretarse como un destape, una venganza o una represalia, es mejor interpretarlos como un aviso, cuidado con ese hombre, mañana puedes ser cualquier otro en ser utilizado por ese sujeto. Y lo mismo decir sobre la editorial Megamultimedia y por propuestas o proyectos de carácter afín, los sistemas vintage ya son objetivo de malversación y manipulación aún antes de ser una afición asentada y ampliamente reconocida.
Para no perder la compostura ni la caballerosidad que no se desmerece ni en conflictos bélicos, no añadimos datos de carácter personal de Manjimaru tales como su dirección local o el número de teléfono móbil, nos limitaremos a hacer réplica de sus datos que se pueden considerar públicos por haber sido ya publicados anteriormente en otros medios, tales como su dirección de correo electrónico, una foto y su nombre y apellidos. Sirva todo ello como señal de alarma: